En el camino

- ¡Mona!... Despertate... ¡Mona!
- ¿Qué?
- Que te despiertes.
- ¿Qué pasa? ¿Dónde estamos?
- En la ruta. Entre el rí­o Negro y el Colorado. Pero no importa eso; escuchame... pasa algo raro.
- ¿Qué?
- No se. Mirá, ¿ves? Saco el pie del acelerador y nada, seguimos igual. Mirá, piso el freno... y nada.
- Uh... ¿Se habrá roto algo? Digo; después de la frenada.
- No, no creo. Habría algún ruido.
- Pero... vos te acordás. Se venía el camión y frenaste con todo.
- Si, me acuerdo. Pero esta todo bien. Lo raro es lo que te digo; ¿ves? Los pedales... como si nada.
- Y... bueno, esperemos... a ver que pasa.
- Si.
...
- Mona.
- Queeeee...
- ¿Qué onda con tu viejo?
- ¿Qué te pasa?... Papá murió en el 92, un año después que tu mamá... ¿Estas bien vos?... ¿No te estarás durmiendo, no?
- Es raro... parece un sueño.
- No me asustes. Mirá adelante, no te distraigas.
- Sabes qué... Pellizcame... A ver, dale, tengo una duda.
- Bueno.
- Ahora yo a vos.
- Despacito...
- ¿Y?
- Nada: un pellizco, ¿qué pensabas?
- No, nada... lo del camión, viste.
- Bah, si frenaste con todo...
- Si... y el pellizco me dolió.
- Si, a mi también.
- Si.

FIN.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Extrañísimo.....final abierto otra vez..... Monica