Tu me arruinaste

I
María, llamada por sus compañeros de trabajo "marmota", sin que ella lo sepa, claro.
Julian Gallo: "Ju" para las fuleras; "el boludo" para los y las piolas de siempre.
María y Julian trabajan en el mismo edificio, pero a dos pisos de distancia.
Un día María tomó el ascensor y dos pisos más abajo subió Julian. Ni bien pisó el ascensor Julian ella se levantó la pollera, pararon el aparato, tuvieron sexo a los manotazos y besos con dolor.
Así se conocieron.

II
La aventura siguió, pero con menor intensidad que el encuentro original.
Al mes apareció una tal Josefina en el trabajo de Julian; le dijo que sabia que el es casado y el enrrosque con la fulana de las oficinas de más arriba.
- Bien -dijo el. ¿Qué querés?
- Nada... Pero se lo voy a contar a tu mujer.
- Contale.
- Esta bien, solo que se me ocurre cambiar un detalle.
- ¿Ah si? ¿Cual?
- Me voy a presentar como tu amante.
- ¡Entonces queres algo!
- Claro. Quiero que hagas conmigo lo mismo que con la perra esa.

III
En un hotel del centro descansan Julian y Josefina, luego de una ajetreada tarde de sexo.
Ella duerme, el no. De pronto aparecen las-tres-chiruzas.
Julian:- ¿Son fantasmas o son lo que aparentan ser?
Chiruza 3:- Somos lo que ves.
Chiruza 1:- Julian, te fuiste a la mierda.
Chiruza 2:- Caiste en la trampa.
Todas:- Lo hermoso es feo, y lo feo es hermoso. (Las-tres-chiruzas se desvanecen).
Julian se queda pensando que las tres apariciones tienen razón, que de alguna manera tendría que arreglar todo el quilombo que armó en tan poco tiempo.
En fin, ahora habrá que ver cómo acomodar algunas cosas para sacarse de encima el fardo del lomo.

IV
En la cola de un banco esta Julian esperando para pagar la luz, mientras sigue pensando como cornos librarse de Josefina.
María no es problema porque no sabe nada y también porque es más buena que el agua.
Sale del banco, enfila para verdulería de la esquina de su casa con la intención de comprarse alguna fruta. Cuando llega a la verdulería lo primero que ve son los cajones de tomates: ¡crack! le hizo la cabeza.
-No-se dijo-Si la mato que no sangre. Mejor va a ser que otro se monte a la burra y la lleve para otro lado. Voy a hablar con mi amigo Omar: el se va a encargar de la loca esa.

V
La mujer de Julian, Nadia, tiene un romance con Omar, el gran amigo que se hará cargo de Josefina.
Muy bien, ya estan todos, bastante entreverados; dispuestos a reventarse la vida al primer descuido. Pero ojo, Josefina no es idiota, Omar no es tan bicho, Nadia duerme con un ojo abierto, Julian es medio pavote y María... María no es lo que parece.
Me da pena lo que va a pasar; en el corazón de alguno de ellos hay amor, no mucho, solo el suficiente para sostener una vida sencilla.

VI
Las casualidades no existen, el destino es un invento para agrupar lo inexplicable y todo un etcétera del submundo de lo terrible.
Pero, ustedes no me van a creer lo que son las cosas. Julian estaba en su oficina hablando con Omar; Josefina estaba a pasos de entrar en la oficina de María.
Y justo, cuando se estaba armando la posibilidad de un tremendo despelote, no va que cae un satélite y pega de lleno contra las oficinas de Julian y María. De locos.
Y ahí quedo Nadia, solita, esperando que un día su vida transcurra como si nada hubiera pasado.

FIN.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

más?

Mauro A Fernandez dijo...

"Me da pena lo que va a pasar; en el corazón de alguno de ellos hay amor, no mucho, solo el suficiente para sostener una vida sencilla"

esto me gustó mucho eh

Mauro A Fernandez dijo...

"Me da pena lo que va a pasar; en el corazón de alguno de ellos hay amor, no mucho, solo el suficiente para sostener una vida sencilla"

esto me gustó mucho eh

flaca dijo...

Q PENA ¡¡¡¡¡ pero bue... es lo q sucede a diario , el gran macho argentino, q se come todo, y termina asì . una làstima.-
Aguante Marìa.